Con apoyo del Fondo Canadiense para Iniciativas Locales de la Embajada de Canadá,  Santa Cruz emprende la “revolución del reciclaje” con el vecino como aliado

La Fundación Amigarse, en alianza con el FCIL, busca dignificar el trabajo de recicladores de base y el involucramiento de los habitantes de la ciudad, llamados a separar sus residuos, para que el recolector los recupere y los venda.

La firma de un convenio con el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (FCIL) de la Embajada de Canadá, vigoriza de manera substancial el proceso que lleva adelante la Fundación Amigarse para consolidar el reciclaje inclusivo en la ciudad de Santa Cruz. El aporte se traduce en la dotación de equipos e implementos para facilitar el trabajo de los recolectores de base.

“La alianza con Canadá nos permite consolidar el centro de acopio de la zona sur y la zona este de la ciudad, otorgándoles a los recolectores pólizas de seguro, carros para empujar y jalar, además de una balanza y equipamiento en ropa. Asimismo, la elaboración de estatutos y reglamentos, para luego proseguir con el trámite de Personería Jurídica de cada asociación para que puedan convertirse en empresas circulares”, anunció Heiver Andrade Franco, director de Amigarse (Fundación Amigos de la Responsabilidad Social Empresarial), organización sin fines de lucro que trabaja con algunas de estas agrupaciones en Santa Cruz de la Sierra donde cada día se generan 1.945 toneladas de desechos. De esta cantidad, el porcentaje de material recuperado para el reciclaje no supera el 8%, una cifra que Amigarse busca incrementar a partir de la aplicación de un nuevo modelo alineado con la estrategia de EMACRUZ (Empresa Municipal de Aseo Urbano Santa Cruz) y que beneficia a los recolectores de base, de la mano de los vecinos.

Un plan integral que involucra a todos

Amigarse ya tiene conformados cuatro grupos de recolectores que operan según el punto cardinal de la ciudad al que corresponden.

“Gracias al aporte de varios actores y el alineamiento con EMACRUZ, venimos implementando un modelo que nos permite tener la ciudad dividida por colores, donde intervienen distintos grupos de recolectores de acuerdo a la zona donde reciclan”, dice Andrade.

A partir de esta delimitación, el vecino se convierte en parte fundamental del plan, porque con su aporte de separar residuos al inicio, facilitará el trabajo de los recolectores y contribuirá a la cultura de reutilización de materiales. ¿Cómo? En lugar de depositar todos sus desechos en bolsas negras, ahora deberá separar los materiales reciclables—como cartones, latas y botellas pet— en bolsas de otro color. De esa manera, en la bolsa negra sólo quedarán los desechos y/o residuos orgánicos, mientras que en las de color estarán los materiales reciclables que el recolector recuperará y venderá a empresas que los usan como materia prima en sus procesos productivos.

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Amigarse ya tiene conformados cuatro grupos de recolectores que operan según el punto cardinal de la ciudad al que corresponden. Cada zona, a su vez, se divide en seis secciones que dentro de poco permitirán que el vecino sepa a qué sector pertenece su domicilio y el día que el recolector pasará a retirar los materiales seleccionados.

 “EMACRUZ está dotando de camiones a cada uno de los puntos de acopio donde operan los recolectores. Desde septiembre se contará con tres camiones por punto, cada uno trabajará ocho horas y serán los recolectores que estarán a cargo de cargar los materiales reciclados y llevarlos a su centro de acopio de materiales. El proceso involucra la formalidad de trabajar con horario, en equipo, y registrar los residuos en un software de inventarios que ya se tiene gracias al apoyo de Swisscontact”, indica Andrade.

Cada mes, un recolector recupera una tonelada y media de material; con este proyecto Amigarse busca por lo menos duplicar esa cantidad. Según datos de EMACRUZ, existe una demanda insatisfecha mensual de 688 toneladas de materiales reciclables que las empresas requieren comprar.

Por ello, el desafío es hacer que los recolectores aumenten los residuos recolectados y cubran la necesidad insatisfecha de las empresas, generando empleos verdes con el compromiso y aporte de los vecinos, instituciones y privados.

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